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CARTA ABIERTA A TODOS LOS COMPAÑEROS
Por Joaquín González. Socio de Aceprodent


Tal y como me comprometí en la Asamblea del Colegio y como me solicitó la Junta de Gobierno y los escasos asistentes, (al realizar una protesta por la manipulación de mis declaraciones en el acta de una asamblea anterior), argumentando que no se podía poner en acta todo lo que se decía, paso a dar mi opinión sobre los diversos temas relacionados con nuestra profesión y nuestro colegio en el lugar que me solicitaron que es nuestra revista colegial.

Antes de nada quiero dejar bien claro (como ya lo he manifestado innumerables veces) que no tengo nada personal contra nadie, y desearía que al expresar mi opinión, no se entrara en la descalificaciones personales. Las críticas van dirigidas a los cargos de representación.

En primer lugar solicito la Dimisión de toda la Junta de Gobierno, encabezada por el presidente Artemio de Santiago para la creación de una Comisión Gestora que decida la fecha de celebración de una Asamblea Extraordinaria para realizar unas elecciones a la Junta de Gobierno del Colegio, ya que después de 19 años es hora de que dejen paso a nuevos proyectos de otros compañeros para que, con nuevas ilusiones, ideas y planes, se consiga dar un nuevo aire a nuestro Colegio.

Estoy convencido que el hastío, el cansancio y la desilusión no deben adueñarse de la dirección de un colegio profesional de más de 400 compañeros que no se sienten en su mayoría identificados con la gestión de su Junta de Gobierno.
La excusa que se está constantemente argumentando de “nadie se va a presentar y por lo tanto seguimos los mismos” como pasa en alguna comunidad de vecinos, aquí no es válido y por lo tanto hay que facilitar que otros compañeros se presenten.

Creo honestamente que los requisitos para formalizar una candidatura o propuesta (dada la situación de falta de participación) son excesivos, por lo que habría que modificar los estatutos rebajando los apoyos necesarios.
En mi opinión, después de 52 años en esta profesión en la que he pasado por las más variadas situaciones, y por los cargos de representación en los distintos organismos representativos, estoy convencido que es la hora de dar un nuevo impulso, con nuevos proyectos y nuevas ideas en la gestión de nuestro Colegio.
Debemos dejar desde la Junta de Gobierno de actuar con esa actitud patriarcal que da una imagen de “compadreo” y no ayuda a que los compañeros se integren en la participación.

Por lo que me comentan muchos colegiados, que no participan más, porque no sienten el Colegio como suyo, sino como una organización a la que le obligan pertenecer y pagar, sin recibir nada a cambio que les interese.
Deberíamos hacer una lectura humilde y crítica con la situación que hay de falta de participación de los colegiados en todos los actos y eventos a los que son convocados, así como la contestación a las solicitudes que se realizan.
Para que los compañeros se sientan con la necesidad de actuar y participar en su Colegio, creo que tienen que tener la información necesaria. Una de mis mayores quejas es que la que nos llega es fría, distante, tergiversada, simplificada o censurada, y no invita a la participación.

Como ya dije en las Asambleas, “si la montaña no va a Mahoma…”. Por eso hay que hacer las reuniones informativas y participativas para solicitar, exponer, debatir y recoger las distintas opiniones y puntos de vista del colectivo. Hay que olvidarse de esas “Asambleas exprés” con todo decidido y acordado, donde con cuatro asistentes y otros cuatro de la Junta de Gobierno se ratifican propuestas, acuerdos, actas y presupuestos sin apenas debate o aclaración.

¿Realmente podemos pensar que lo que se aprueba en esas Asambleas (aunque sea legal) es legítimo?
¿Tiene representatividad legítima de un colectivo de más de cuatrocientos miembros, la aprobación por dos, tres o cuatro?
Cuándo se representa la opinión de los Protésicos Dentales de Castilla y León, ¿realmente sabemos lo que se representa?
¿En nombre de quién son las opiniones de nuestro Colegio ante los demás colectivos?

En el Congreso del 2018 la vergüenza que sentí fue total, cuando (salvando las cinco magníficas conferencias) se presentan una serie de compañeros venidos desde el Consejo General, (aún no sé quién pagó los gastos) reivindicando absurdas competencias con verdades a medias y sentencias judiciales manipuladas para enfrentarnos al colectivo de los dentistas, como si fueran profesiones enemigas y fuéramos explotados, usurpados y maltratados. Varios conferenciantes, -con los que tengo amistad- me comentaron las barbaridades que se afirmaban por parte de esas personas que vinieron desde el Consejo General.

Dejando bien claro que he luchado como el que más, por intentar legalizar esta profesión en aquellos años 80, hasta conseguir en el 86 el reconocimiento legal y la independencia y responsabilidad propia de nuestra profesión, tengo que decir que no podemos reivindicar, falsamente escondiéndonos en la terminología “Prótesis Dental”, competencias que no nos corresponden.

Quiero que, de una vez por todas, estos compañeros que hacen esas reivindicaciones, (no sé con qué legitimidad), contesten públicamente a los siguientes temas:

  • ¿Cuándo, cómo, en nombre de quién, debatido y aprobado por quién y negociado ante qué organismo se decide: NO SOLICITAR EL GRADO UNIVERSITARIO EN LA FORMACIÓN DE LA PRÓTESIS DENTAL, PORQUE NOS SACARÍAN DEL ÁMBITO SANITARIO?

  • Cuando se reivindica la prótesis dental para el protésico, previa prescripción, ¿de qué prótesis dental estamos hablando? ¿Estamos hablando de rehabilitación mediante ortodoncia? ¿Estamos hablando de rehabilitación mediante prótesis fija? ¿Estamos hablando de rehabilitación mediante prótesis implanto soportadas? Creo que no, sino que se están refiriendo a prótesis para desdentados totales o parciales. Bien, si esto es así, diríamos que en la prescripción deberían estar los estudios y análisis morfológicos, impresiones, registros, soportes, alojamientos, vitalidad de los dientes y todo lo que conlleva el estudio y diagnostico del tratamiento a realizar para la rehabilitación.


  • Realmente o nos hemos vuelto locos o hemos perdido el norte apoyando estas reivindicaciones.

    ¿Creemos que porque haya dentistas que no realizan una buena praxis en el diagnóstico y prescripción de una prótesis dental, eso nos capacita a nosotros, para realizar funciones para las que no tenemos ni formación ni competencias?
    Yo respeto y he respetado el derecho a ganarse la vida de todas las personas, como buenamente puedan, pero de ahí, a reivindicar desde las organizaciones representativas (con interpretaciones de sentencias y tendenciosas lecturas de leyes) el derecho absurdo de atribuciones que no tenemos va un abismo.

  • También quiero expresar lo ilógico que es que el paciente elija el protésico e imponga al dentista quién quiere que le realice su prótesis. El aplicar un derecho de consumidores de productos terminados a un tratamiento de medicina, rehabilitando una boca en la que intervienen dos o más profesiones sanitarias interrelacionadas, me parece un desconocimiento en lo que respecta a la relación paciente-clínico-fabricante. Nos veríamos abocados a que los pacientes eligieran al protésico según su criterio. Y este criterio podría estar condicionado aparte de la profesionalidad y el precio, también lo sería, por la publicidad, la imagen, el prestigio, parentesco, amiguismo, etc. Teniendo que estar relacionándose los profesionales de una rehabilitación aunque no tengan el mismo criterio y forma de trabajo. ¿Qué pasaría con el buen profesional que nadie conoce? ¿Tendríamos que hacer como en Odontología grandes campañas publicitarias, para que nos conocieran? ¿Existirían franquicias de protésicos?

    Si nosotros somos los únicos fabricantes y, por lo tanto, los máximos responsables de las prótesis, deberíamos ser los que fijáramos el precio, facturarlo y cobrarlo. Nosotros no tenemos que inmiscuirnos en el valor de los tratamientos de otros profesionales.

    No podemos caer en el mercantilismo que ocurre con otros productos.
    Las prótesis dentales son solicitadas diagnosticadas, prescritas y fabricadas a cada paciente

  • También expreso mi más enérgico rechazo ante la fabricación de las prótesis por parte de quien no es un protésico autorizado, y legalmente establecido.

    EN LAS CLINICAS NO SE PUEDEN FABRICAR, PROTESIS DENTALES

    El Colegio debe apoyar la formación de sus colegiados en la medida de lo posible fomentando los conocimientos de todos los avances que surjan y las nuevas tecnologías que van apareciendo. Es imprescindible una relación estrecha y colaborativa con los centros oficiales de enseñanza. Debemos ayudar en la preparación de los futuros compañeros. La enseñanza en algunos centros oficiales, por parte de personal que no está suficientemente cualificado en la profesión es lamentable.

  • En cuanto a la economía del Colegio, creo que los presupuestos no son para almacenar dinero y deben ser acordes a los gastos previstos. Somos entidades sin ánimo de lucro .Tampoco hay que derrochar como en algunas ocasiones, con regalos caprichosamente comprados, justificando gastos innecesarios. Las cuotas de colegiación (manipuladas para que sean justificadas) son excesivas, no entiendo por qué somos de los colegios cuyas cuotas, son más caras si luego sobra dinero. Me parece injusto el argumento que esgrime la Junta de Gobierno, al calcular en el precio de la colegiación la parte proporcional al patrimonio existente. Si queremos que todos los protésicos estén colegiados, tendremos que facilitarles el acceso y así no tendríamos que solicitárselo judicialmente. Hay que hacer proyectos para la mayoría de los colegiados y no congresos deficitarios o Fiestas Patronales (en las que se pone el mayor énfasis en los regalos de la rifa final que entrega el presidente).

    Hay que delegar funciones, diversificar tareas y que todos los cargos intervengan en la gestión de Colegio, ya que la responsabilidad de esta, la tienen todos los miembros. Es necesario e imprescindible crear comisiones de los distintos temas, aunque no pertenezcan a la Junta de Gobierno.

La impresión que damos es el de un dueño que hace, dice, pone, quita, contrata, decide y gestiona el Colegio como si fuera suyo. Prueba de ello es la ocultación al colectivo entre otras cosas de las dimisiones de Director técnico Jesús María Treceño, el vocal de Palencia Jaime Doce, la negación de la solicitud a la colegiación honorifica de Pilar Valencia, la contratación de una persona para la oficina, etc.

En la Asamblea del día 19 de septiembre se nos presenta un acta de la anterior Asamblea ordinaria y extraordinaria aprobada por unanimidad por siete miembros de la junta de gobierno y dos colegiados, en la que entre otras cosas de aprueba: “SE AUTORIZA AL COLEGIO A SOLICITAR BAJO AMENAZA DE SANCIÓN, EL PROTOCOLO DE TODAS LAS OPERACIONES DESARROLLADAS EN LOS LABORATORIOS DE PROTESIS DENTAL ESPECIFICANDO LA ATRIBUIDA A CADA UNO DE LOS EMPLEADOS.
Además también se aprobó lo siguiente: CUANDO HAYA (según la junta de Gobierno) INDICIOS RACIONALES DE QUE UN TRABAJADOR ESTE TRABAJANDO SIN COLEGIARSE, EL COLEGIO LO COLEGIARÁ DE OFICIO EXIGIENDOLE EL IMPORTE QUE CORRESPONDA. EL AFECTADO PODRÁ DEFENDERSE Y DEBERÁ DEMOSTRAR SU INOCENCIA.
Cuando hice constar mi más enérgica protesta ante semejante barbaridad en un Estado de Derecho, se me informó que estaba recurrido ante la Junta de Castilla y León.

Estoy convencido de que la infraestructura que tenemos está infrautilizada y burocratizada, de tal forma que no se conecta con el colegiado.

Con el potencial que hay, se podría hacer muchísimo más.

Nuestra ”gaceta colegial” que aparte de difundir las fotografías del presidente con todos y cada uno de los que reciben el regalo del “sorteo patronal” o los acuerdos con las distintas entidades financieras, o las sentencias judiciales, no publica (ni copiando) la actualidad de la profesión. Para publicar una revista tiene que haber una persona responsable y que se preocupe del contenido.

En cuanto a la información que recibimos, es escasa por no decir nula. No se nos informa desde el Colegio (nuestro presidente es el presidente del Consejo General) de nada relacionado con la profesión, ni con la Administración, ni con los dentistas, ni con las casas comerciales, ni con las Centros de Formación. No se sabe nada de las cuentas del Consejo General (falta de pago de algún Colegio) ni de la situación en las demandas judiciales a algún Colegio, ni de los conflictos o escritos hacia él desde los demás colegios, ni de las reivindicaciones que hace firmando escritos que no ha realizado.

La revista del Consejo, que es penosa, no la recibimos (hay que verla por la página web).

Si no vamos a congresos o reuniones no sabemos nada de lo que ocurre en la profesión. Todo está cubierto por un manto de desinformación en la que una decena de personas a nivel nacional, decide absolutamente todo sin contar con el colectivo, creyendo que la ostentación de un cargo le otorga “patente de corso” para decidir lo que le viene en gana.

Parece mentira (quizás interese) que con la cantidad de medios audiovisuales que tenemos y las redes informáticas estamos más desinformados que nunca.

La información hay que darla a los colegiados y no esperar a que la pidan.

Hago desde aquí un llamamiento a todos los compañeros, con inquietudes, ideas y con ganas de realizar, de acuerdo a los tiempos actuales, la gestión de nuestro Colegio con nuevas ilusiones, intentando una nueva dinámica más participativa.
Nadie está preparado lo suficiente para ejercer cargos representativos, pero por mi propia experiencia os diré que con ilusión y fuerza de voluntad se consigue realizar proyectos en los que se cree.

Por último, desearía que se creara una comisión que entablara más diálogo con el colectivo de los dentistas, para iniciar en lo posible más conversaciones y así realizar protocolos de trabajo en la relación clínica-laboratorio.

Espero de nuevo que no se caiga en las descalificaciones personales y que salgan compañeros pronto para realizar una nueva etapa en nuestro colectivo.

Me pongo a vuestra entera disposición.

Dr. Joaquín González Quesada
Colegiado Nº 26.